- Dios te hizo hombre para mí.
Te admiro desde lo más profundo
De mi subconsciente
Con una admiración extraña y desbordada
Que tiene un dobladillo de ternura.
Tus problemas, tus cosas
Me intrigan, me interesan
Y te observo
Mientras discurres y discutes
Hablando del mundo
Y dándole una nueva geografía de palabras
Mi mente esta covada para recibirte,
Para pensar tus ideas
Y darte a pensar las mías;
Te siento, mi compañero, hermoso
Juntos somos completos
Y nos miramos con orgullo
Conociendo nuestras diferencias
Sabiéndonos mujer y hombre
Y apreciando la disimilitud
De nuestros cuerpos.
Nombre: Gioconda Belli
Lugar y fecha nacimiento: Managua (Nicaragua), 9 de diciembre de 1948
Veré por ti
- "Me desconozco", dices; mas mira, ten por cierto
Que a conocerse empieza el hombre cuando clama
"Me desconozco", y llora;
Entonces a sus ojos el corazón abierto
Descubre de su vida la verdadera trama;
Entonces es su aurora.
No, nadie se conoce, hasta que no le toca
La luz de un alma hermana que de lo eterno llega
Y el fondo le ilumina;
Tus íntimos sentires florecen en mi boca,
Tu vista está en mis ojos, mira por mí, mi ciega,
Mira por mí y camina.
"Estoy ciega", me dices; apóyate en mi brazo
Y alumbra con tus ojos nuestra escabrosa senda
Perdida en lo futuro;
Veré por ti, confía; tu vista es este lazo
Que a ti me ató, mis ojos son para ti la prenda
De un caminar seguro.
¿Qué importa que los tuyos no vean el camino,
Si dan luz a los míos y me lo alumbran todo
Con su tranquila lumbre?
Apóyate en mis hombros, confíate al Destino,
Veré por ti, mi ciega, te apartaré del lodo,
Te llevaré a la cumbre.
Y allí, en la luz envuelta, se te abrirán los ojos,
Verás cómo esta senda tras de nosotros lejos,
Se pierde en lontananza
Y en ella de esta vida los míseros despojos,
Y abrírsenos radiante del cielo a los reflejos
Lo que es hoy esperanza.
Nombre: Miguel de Unamuno y JugoLugar y fecha nacimiento: Bilbao, Vizcaya (España), 29 de septiembre de 1864Lugar y fecha defunción: Salamanca (España), 31 de diciembre de 1936 (72 años)
Soneto I. Matilde, nombre de planta o piedra o vino
- Matilde, nombre de planta o piedra o vino,
De lo que nace de la tierra y dura,
Palabra en cuyo crecimiento amanece,
En cuyo estío estalla la luz de los limones.
En ese nombre corren navíos de madera
Rodeados por enjambres de fuego azul marino,
Y esas letras son el agua de un río
Que desemboca en mi corazón calcinado.
Oh nombre descubierto bajo una enredadera
Como la puerta de un túnel desconocido
Que comunica con la fragancia del mundo!
Oh invádeme con tu boca abrasadora,
Indágame, si quieres, con tus ojos nocturnos,
Pero en tu nombre déjame navegar y dormir.
Soneto II. Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso
- Amor, ¡cuántos caminos hasta llegar a un beso,
Qué soledad errante hasta tu compañía!
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia.
En Taltal no amanece aún la primavera.
Pero tú y yo, amor mío, estamos juntos,
Juntos desde la ropa a las raíces,
Juntos de otoño, de agua, de caderas,
Hasta ser sólo tú, sólo yo juntos.
Pensar que costó tantas piedras que lleva el río,
La desembocadura del agua de Boroa,
Pensar que separados por trenes y naciones
Tú y yo teníamos que simplemente amarnos,
Con todos confundidos, con hombres y mujeres,
Con la tierra que implanta y educa los claveles.
Soneto III. Áspero amor, violeta coronada de espinas
- Áspero amor, violeta coronada de espinas,
Matorral entre tantas pasiones erizado,
Lanza de los dolores, corola de la cólera,
¿Por qué caminos y cómo te dirigiste a mi alma?
¿Por qué precipitaste tu fuego doloroso,
De pronto, entre las hojas frías de mi camino?
¿Quién te enseñó los pasos que hasta mí te llevaron?
¿Qué flor, qué piedra, qué humo mostraron mi morada?
Lo cierto es que tembló la noche pavorosa,
El alba llenó todas las copas con su vino
Y el sol estableció su presencia celeste,
Mientras que el cruel amor me cercaba sin tregua
Hasta que lacerándome con espadas y espinas
Abrió en mi corazón un camino quemante.
Nombre: Neftalí Ricardo Reyes BasoaltoNombre de pluma: Pablo NerudaLugar y fecha nacimiento: Parral (Chile), 12 de julio de 1904Lugar y fecha defunción: Santiago de Chile (Chile), 23 de septiembre de 1973 (69 años)
Carta de creencia
- 1
Entre la noche y el día
Hay un territorio indeciso.
No es luz ni sombra:
Es tiempo.
Hora, pausa precaria,
Página que se obscurece,
Página en la que escribo,
Despacio, estas palabras.
La tarde
Es una brasa que se consume.
El día gira y se deshoja.
Lima los confines de las cosas
Un río obscuro.
Terco y suave
Las arrastra, no sé adónde.
La realidad se aleja.
Yo escribo:
Hablo conmigo
—Hablo contigo.
Quisiera hablarte
Como hablan ahora,
Casi borrados por las sombras
El arbolito y el aire;
Como el agua corriente,
Soliloquio sonámbulo;
Como el charco callado,
Reflector de instantáneos simulacros;
Como el fuego:
Lenguas de llama, baile de chispas,
Cuentos de humo.
Hablarte
Con palabras visibles y palpables,
Con peso, sabor y olor
Como las cosas.
Mientras lo digo
Las cosas, imperceptiblemente,
Se desprenden de sí mismas
Y se fugan hacia otras formas,
Hacia otros nombres.
Me quedan
Estas palabras: con ellas te hablo.
Las palabras son puentes.
También son trampas, jaulas, pozos.
Yo te hablo: tú no me oyes.
No hablo contigo:
Hablo con una palabra,
Esa palabra eres tú,
Esa palabra
Te lleva de ti misma a ti misma.
La hicimos tú, yo, el destino.
La mujer que eres
Es la mujer a la que hablo:
Estas palabras son tu espejo,
Eres tú misma y el eco de tu nombre.
Yo también,
Al hablarte,
Me vuelvo un murmullo,
Aire y palabras, un soplo,
Un fantasma que nace de estas letras.
Las palabras son puentes:
La sombra de las colinas de Meknès
Sobre un campo de girasoles estáticos
Es un golfo violeta.
Son las tres de la tarde,
Tienes nueve años y te has adormecido
Entre los brazos frescos de la rubia mimosa.
Enamorado de la geometría
Un gavilán dibuja un círculo.
Tiembla en el horizonte
La mole cobriza de los cerros.
Entre peñascos vertiginosos
Los cubos blancos de un poblado.
Una columna de humo sube del llano
Y poco a poco se disipa, aire en el aire,
Como el canto del muecín
Que perfora el silencio, asciende y florece
En otro silencio.
Sol inmóvil,
Inmenso espacio de alas abiertas;
Sobre llanuras de reflejos
La sed levanta alminares transparentes.
Tú no estás dormida ni despierta:
Tú flotas en un tiempo sin horas.
Un soplo apenas suscita
Remotos países de menta y manantiales.
Déjate llevar por estas palabras
Hacia ti misma.
2
Las palabras son inciertas
Y dicen cosas inciertas.
Pero digan esto o aquello,
Nos dicen.
Amor es una palabra equívoca,
Como todas.
No es palabra,
Dijo el Fundador:
Es visión,
Comienzo y corona
De la escala de la contemplación
—Y el florentino:
Es un accidente
—Y el otro:
No es la virtud
Pero nace de aquello que es la perfección
—Y los otros:
Una fiebre, una dolencia,
Un combate, un frenesí, un estupor,
Una quimera.
El deseo lo inventa,
Lo avivan ayunos y laceraciones,
Los celos lo espolean,
La costumbre lo mata.
Un don,
Una condena.
Furia, beatitud.
Es un nudo: vida y muerte.
Una llaga
Que es rosa de resurrección.
Es una palabra:
Al decirla, nos dice.
El amor comienza en el cuerpo
¿Dónde termina?
Si es fantasma,
Encarna en un cuerpo;
Si es cuerpo,
Al tocarlo se disipa.
Fatal espejo:
La imagen deseada se desvanece,
Tú te ahogas en tus propios reflejos.
Festín de espectros.
Aparición:
El instante tiene cuerpo y ojos,
Me mira.
Al fin la vida tiene cara y nombre.
Amar:
Hacer de un alma un cuerpo,
Hacer de un cuerpo un alma,
Hacer un tú de una presencia.
Amar:
Abrir la puerta prohibida,
Pasaje
Que nos lleva al otro lado del tiempo.
Instante:
Reverso de la muerte,
Nuestra frágil eternidad.
Amar es perderse en el tiempo,
Ser espejo entre espejos.
Es idolatría:
Endiosar una criatura
Y a lo que es temporal llamar eterno.
Todas las formas de carne
Son hijas del tiempo,
Simulacros.
El tiempo es el mal,
El instante
Es la caída;
Amar es despeñarse:
Caer interminablemente,
Nuestra pareja
Es nuestro abismo.
El abrazo:
Jeroglífico de la destrucción.
Lascivia: máscara de la muerte.
Amar: una variación,
Apenas un momento
En la historia de la célula primigenia
Y sus divisiones incontables.
Eje
De la rotación de las generaciones.
Invención, transfiguración:
La muchacha convertida en fuente,
La cabellera en constelación,
En isla la mujer dormida.
La sangre:
Música en el ramaje de las venas;
El tacto:
Luz en la noche de los cuerpos.
Trasgresión
De la fatalidad natural,
Bisagra
Que enlaza destino y libertad,
Pregunta
Grabada en la frente del deseo:
¿Accidente o predestinación?
Memoria, cicatriz:
—¿De dónde fuimos arrancados?,
Memoria: sed de presencia,
Querencia
De la mitad perdida.
El Uno
Es el prisionero de sí mismo,
Es,
Solamente es,
No tiene memoria,
No tiene cicatriz:
Amar es dos,
Siempre dos,
Abrazo y pelea,
Dos es querer ser uno mismo
Y ser el otro, la otra;
Dos no reposa,
No está completo nunca,
Gira
En torno a su sombra,
Busca
Lo que perdimos al nacer;
La cicatriz se abre:
Fuente de visiones;
Dos: arco sobre el vacío,
Puente de vértigos;
Dos:
Espejo de las mutaciones.
3
Amor, isla sin horas,
Isla rodeada de tiempo,
Claridad
Sitiada de noche.
Caer
Es regresar,
Caer es subir.
Amar es tener ojos en las yemas,
Palpar el nudo en que se anudan
Quietud y movimiento.
El arte de amar
¿Es arte de morir?
Amar
Es morir y revivir y remorir:
Es la vivacidad.
Te quiero
Porque yo soy mortal
Y tú lo eres.
El placer hiere,
La herida florece.
En el jardín de las caricias
Corté la flor de sangre
Para adornar tu pelo.
La flor se volvió palabra.
La palabra arde en mi memoria.
Amor:
Reconciliación con el Gran todo
Y con los otros,
Los diminutos todos
Innumerables.
Volver al día del comienzo.
Al día de hoy.
La tarde se ha ido a pique.
Lámparas y reflectores
Perforan la noche.
Yo escribo:
Hablo contigo:
Hablo conmigo.
Con palabras de agua, llama, aire y tierra
Inventamos el jardín de las miradas.
Miranda y Fernand se miran,
Interminablemente, en los ojos
—Hasta petrificarse.
Una manera de morir
Como las otras.
En la altura
Las constelaciones escriben siempre
La misma palabra;
Nosotros,
Aquí abajo, escribimos
Nuestros nombres mortales.
La pareja
Es pareja porque no tiene Edén.
Somos los expulsados del Jardín,
Estamos condenados a inventarlo
Y cultivar sus flores delirantes,
Joyas vivas que cortamos
Para adornar un cuello.
Estamos condenados
A dejar el Jardín:
Delante de nosotros
Está el mundo.
Coda
Tal vez amar es aprender
A caminar por este mundo.
Aprender a quedarnos quietos
Como el tilo y la encina de la fábula.
Aprender a mirar.
Tu mirada es sembradora.
Plantó un árbol.
Yo hablo
Porque tú meces los follajes.
Nombre: Octavio Paz LozanoLugar y fecha nacimiento: México D.F. (México), 31 de marzo de 1914Lugar y fecha defunción: México D.F. (México), 19 de abril de 1998 (84 años)
- Homenaje a Xavier Villaurrutia.
La noche nace en espejos de luto.
Sombríos ramos húmedos
Ciñen su pecho y su cintura,
Su cuerpo azul, infinito y tangible.
No la puebla el silencio: rumores silenciosos,
Peces fantasmas, se deslizan, fosforecen, huyen.
La noche es verde, vasta y silenciosa.
La noche es morada y azul.
Es de fuego y es de agua.
La noche es de mármol negro y de humo.
En sus hombros nace un río que se curva,
Una silenciosa cascada de plumas negras.
La noche es un beso infinito de las tinieblas infinitas.
Todo se funde en ese beso,
Todo arde en esos labios sin límites,
Y el nombre y la memoria
Son un poco de ceniza y olvido
En esa entraña que sueña.
Noche, dulce fiera,
Boca de sueño, ojos de llama fija y ávida,
Océano,
Extensión infinita y limitada como un cuerpo acariciado a oscuras,
Indefensa y voraz como el amor,
Detenida al borde del alba como un venado a la orilla del susurro o del miedo,
Río de terciopelo y ceguera,
Respiración dormida de un corazón inmenso, que perdona:
El desdichado, el hueco,
El que lleva por máscara su rostro,
Cruza tus soledades, a solas con su alma.
Tu silencio lo llama,
Rozan su piel tus alas negras,
Donde late el olvido sin fronteras,
Mas él cierra los poros de su alma
Al infinito que lo tienta,
Ensimismado en su árida pelea.
Nadie lo sigue, nadie lo acompaña.
En su boca elocuente la mentira se anida,
Su corazón está poblado de fantasmas
Y el vacío hace desiertos los latidos de su pecho.
Dos perros amarillos, hastío y avidez, disputan en su alma.
Su pensamiento recorre siempre las mismas salas deshabitadas,
Sin encontrar jamás la forma que agote su impaciencia,
El muro del perdón o de la muerte.
Pero su corazón aún abre las alas
Como un águila roja en el desierto.
Suenan las flautas de la noche.
El mundo duerme y canta.
Canta dormido el mar;
Ojo que tiembla absorto,
El cielo es un espejo donde el mundo se contempla,
Lecho de transparencia para su desnudez.
Él marcha solo, infatigable,
Encarcelado en su infinito,
Como un solitario pensamiento,
Como un fantasma que buscara un cuerpo.
Nombre: Octavio Paz LozanoLugar y fecha nacimiento: México D.F. (México), 31 de marzo de 1914Lugar y fecha defunción: México D.F. (México), 19 de abril de 1998 (84 años)
No hay comentarios:
Publicar un comentario